Por José Maria Lores, director Zona Centro del área de Tecnología y Servicios
La necesidad de agilizar los tiempos y los procedimientos de la contratación por parte de la Administración Pública ha llevado a la consolidación de una nueva tendencia: los acuerdos marco, una herramienta contractual que permite agilizar y dotar de mayor flexibilidad a estos procesos.
¿Qué es un acuerdo marco?
Es un acuerdo entre una administración pública y un proveedor que estipula unas condiciones organizativas y técnicas de un servicio, así como un cuadro de precios base al que se le aplica una baja ofertada para la elaboración de proyectos de ejecución hasta un importe total estimado anual.
En realidad, los acuerdos marco no son nada nuevo, pero su aplicación en España es bastante reciente. En mi primera experiencia laboral tras acabar mis estudios superiores de ingeniería civil en Reino Unido allá por 1998, ya en Berkshire, manejábamos la conservación y mejora de las infraestructuras del condado mediante un acuerdo marco para vías públicas y estructuras. También son habituales en el sector privado, bajo el nombre de “utilities” se utilizan sobre todo en la compra de ciertos suministros materiales.
Cada proyecto de ejecución aprobado por la administración genera un llamado contrato basado o contrato derivado que especifica una actuación concreta. Los acuerdos marco y sus contratos basados se rigen por la Ley de Contratos del Sector Público por lo que cada uno cuenta con su contrato firmado, su acta de inicio de obras, su acta de recepción, posibles precios contradictorios, modificados, suspensiones, su certificación final de obra… exactamente como cualquier otro contrato que se rige por la misma ley.
Los acuerdos marco suelen establecer un importe máximo por contrato basado, por lo que no es la herramienta adecuada para obras de nueva construcción o de gran volumen, pero sí son una opción muy viable para las obras de rehabilitación, renovación y acondicionamiento de infraestructuras urbanas, equipamientos y edificios municipales e instalaciones hidráulicas o industriales.
En nuestra experiencia los límites se establecen entre 500.000 € y 1.500.000 € por lo que si algún proyecto supera el correspondiente límite la administración debe licitarlo por los cauces habitual de contratación.
Gestionar acuerdos marco significa un gran reto organizativo a todos los niveles, tanto administrativo como de ejecución.
Actualmente desde la Delegación de Servicios de la Zona Centro de Sorigué gestionamos 18 acuerdos marco, mayoritariamente para el Ayuntamiento de Madrid y sus distritos, que se derivan, nada más y nada menos que en 147 contratos basados, con una media aproximada de importe por contrato basado de 100.000 euros en promedio, por lo que el despliegue de medios especializados para satisfacer las necesidades de cada cliente es clave. Por ello es muy importante la colaboración con el cliente en la redacción de proyectos durante los primeros meses del año, que luego se traducen en una eclosión de obras durante el segundo semestre de cada año.
A mi modo de entender, un acuerdo marco se debe asemejar a un servicio, con medios humanos y materiales especialistas fijos, que aseguren la correcta ejecución de actuaciones durante un plazo plurianual, pero que al prolongarse en el tiempo nos permita establecer procesos eficientes que maximicen la competitividad y la satisfacción de la ciudadanía, nuestros clientes finales reales.