Por Claudi Verge, responsable del área de tratamiento de residuos CLD 

Con la reciente adquisición y modernización de la planta de Barberà del Vallés, en CLD damos un paso más en el ciclo de la gestión de residuos para incorporar una línea de valorización que nos permite involucrarnos en todo el proceso y conseguir una óptima recuperación de materiales de alta calidad.  

Hasta el momento nuestro trabajo ha consistido en la recogida de residuos seleccionados en origen por nuestros clientes ya que su tratamiento se derivaba a proveedores evaluados y autorizados.  

A partir de ahora, esta etapa la asumimos en nuestras propias instalaciones con un proceso de separación de residuos innovador que nos permite poner especial énfasis en la valorización de materiales y el destino de los residuos no recuperados. A continuación explicaremos los detalles del trabajo que se desarrollará en la planta de Barberà del Vallés y su impacto en la comarca. 

Una planta sostenible e integrada a su entorno 

La nave principal de la planta era una antigua construcción que a finales del siglo XIX albergaba una actividad textil y que hoy da su nombre al polígono industrial Molí d’en Gall. Este hecho es significativo para nosotros porque con su restauración queremos simbolizar la evolución y transformación de algunas de las industrias del Vallés, pasando de ser consumidoras a recuperadoras de recursos, un enlace imprescindible hacía una economía circular.  

Además de reunir múltiples actividades industriales, esta zona facilita el paso de muchos ciudadanos hacia el Parc Fluvial del Riu Ripoll, colindando con un hábitat natural a preservar. Por eso hemos tenido especial atención en la imagen de la planta y en su relación con el entorno.  

De aquí el uso de materiales cálidos como el acero corten para las oficinas y fachada, los bloques de material reciclado con tonalidad óxido para su delimitación y el cerco vegetal para su integración paisajística. 

Otro aspecto destacado de la nueva planta es su reducido coste energético porque utilizaremos carretillas eléctricas y hemos instalado una cubierta solar de 600 metros cuadrados que reducirá el consumo eléctrico de red en un 20%. Una huella de carbono mínima para una máxima valorización de materiales de las fracciones de residuos que entren a la planta. 

Valorización de residuos industriales y comerciales 

La mayor parte de residuos que gestionaremos serán de origen industrial, de manera que teniendo en cuenta que las comarcas del Vallés Occidental y Vallés Oriental son importantes productoras de residuos industriales de Catalunya, nuestra ubicación en Barberà del Vallés es inmejorable. Pensando en una reducción de la huella de carbono asociada al transporte y en la filosofía de que los residuos se tienen que gestionar donde se producen, la ubicación de nuestra planta permitirá a industrias locales tratar sus residuos de una forma más eficiente y sostenible. 

Otro origen de los residuos a gestionar procederá de los llamados grandes generadores (supermercados, hoteles, centros comerciales, etc.), que están fuera del circuito municipal de recogida. 

Como punto diferenciador de nuestra planta, hemos diseñado una línea de selección que nos permite valorizar esta mezcla de residuos que todavía contiene una parte de fracción orgánica y que, en otros casos, acaba yendo a vertedero. 

Optimización de la separación  

La planta de Barberà del Vallés está diseñada para tratar residuos mezclados no peligrosos. La línea de selección instalada permite separar aquellos materiales valorizables contenidos en el residuo mediante diferentes equipos: cribas, cabina de triaje, densímetro, ópticos, electroimanes y separador inductivo.  

La acción combinada de estas máquinas nos permitirá recuperar un alto contenido de material valorizable del residuo de entrada que, según su composición, puede oscilar entre un 40 y un 60%. 

Además, podemos tratar residuos ya seleccionados en origen por el cliente como papel/cartón y plásticos, realizando un proceso de afino y embalaje. La automatización de la línea de selección y su versatilidad también nos permite trabajar flujos de residuos procedentes de otras plantas que necesitan reducir su grado de impropios o que todavía contienen materiales valorizables. 

Con nuestra licencia ambiental podríamos gestionar más de 80.000 toneladas al año de diferentes residuos, aunque nuestro objetivo es alcanzar las 40.000 toneladas en unos años. 

Segunda vida para el material de salida 

Los materiales de salida valorizables son diferentes categorías de papel/cartón, varias tipologías de plásticos (PET, PP, PELD, PEHD, PS, PVC, etc.), aluminio, metales férricos, madera, vidrio y textil.  

Estos materiales pueden ser consumidos directamente por fábricas como es el caso del papel/cartón en la industria papelera o los metales en la siderúrgica. Otros necesitan ser procesados por recicladores específicos, caso de los plásticos, para su posterior uso en manufactura. 

Los materiales no valorizados se destinarán a plantas de gestión específica, como la materia orgánica separada, o al vertedero para los residuos no valorizados. Cabe mencionar que los residuos no valorizados de alto poder calorífico serán separados para una transformación externa como CSR, reduciendo de esta forma la cantidad de residuos con destino vertedero. 

Transformación de residuos en recursos 

El sector de los residuos está en continua evolución, lo que antes se veía como una fuente de ingresos mediante la deposición en vertederos, ahora se ve como una necesidad de recuperación de materias primas.  

El avance del cambio climático, la necesidad de cumplir objetivos de reducción o de valorización, el incremento de la demanda de las materias primas a nivel mundial, la disminución de la dependencia de materiales de otros países, entre otros factores, nos lleva a tener que reaprovechar materiales a los que no les dábamos valor en otros tiempos. 

Es muy probable que en breve hablemos de recursos en lugar de residuos, de manera que desde CLD creemos y apostamos por su valorización, diseñando e instalando una planta que nos permita superar los valores actuales de recuperación.