Estado de información no financiera, nuestra hoja de ruta hacia la sostenibilidad global

Por Miriam Porres, directora de RSC y Cumplimiento de Sorigué 

Medir la gestión empresarial a través de factores que vayan más allá del ámbito económico es una necesidad que cobra cada vez mayor relevancia debido al impacto global de las decisiones corporativas.  

La reducción de la huella de carbono, el aprovechamiento de recursos en una economía circular o la utilización de materiales sostenibles son acciones que pueden medirse objetivamente.  

Por su parte, las prácticas que destaquen el talento humano con criterios de equidad y respeto por la diversidad también integran esta nueva manera de entender la organización empresarial como parte del tejido social.  

De ahí la importancia de que las empresas cumplan con la normativa y presenten su Estado de información no financiera y diversidad (EINF), un trabajo que Sorigué ha incorporado como una oportunidad de recoger datos ambientales, sociales y de gobernanza para el diseño de sus estrategias a mediano y largo plazo.  

¿Qué es un EINF?  

El EINF es el Estado de información no financiera y diversidad que deben presentar obligatoriamente las organizaciones de cierto tamaño para cumplir con la Ley 11/2018, de 28 de diciembre, que traspone la Directiva Europea 2014/95/UE, de 2014.  

El EINF complementa la visión de la empresa que ofrecen las cuentas anuales, por lo que deben presentarse y registrarse conjuntamente. Su objetivo es ayudar a comprender la evolución, resultados y situación de la organización y para ello debe incluir -como mínimo- indicadores cualitativos y cuantitativos sobre los siguientes aspectos: 

  • Generales: modelo de negocio, análisis del entorno y perspectivas, riesgos y oportunidades. 
  • Medioambientales: contaminación, economía circular, prevención y gestión de residuos, uso sostenible de los recursos, prevención del cambio climático y fomento de la biodiversidad. 
  • Sociales: organización del trabajo, salud y seguridad, relaciones laborales, formación, accesibilidad e igualdad. 
  • Buen gobierno y sociedad: derechos humanos, corrupción y soborno, compromisos de empresa, desarrollo sostenible, gestión de cadena de suministro, consumidores e información fiscal. 

Las empresas con ciertos requisitos de tamaño y facturación están obligadas por normativa a presentar sus Informes no financieros.  

Sorigué está incluido en esta obligatoriedad, por eso cada año trabajamos el EINF como una oportunidad para la recopilación, reporte y verificación de los datos.

Calcular los aspectos sociales y medioambientales en los que nuestra organización tiene impacto nos permite marcar objetivos e implementar acciones para ir transformando nuestro modelo de negocio y orientarlo hacia la sostenibilidad global.

Es ya incuestionable que en Europa las empresas que luchen contra la emergencia climática van a tener más recorrido que aquellas que no incluyan este aspecto en su estrategia.  

No solo hacemos referencia a medir su impacto, sino a demostrar (y la verificación del EINF es una muy buena manera de hacerlo) su compromiso real con el uso de energías alternativas, su apuesta por la economía circular y la agricultura regenerativa y sus avances hacia el objetivo de emisión cero en 2050. Igualmente, se han de considerar los impactos sociales como la lucha a favor de la diversidad y la equidad.  

Todas estas organizaciones atraerán más talento e inversores a la vez que mejorarán su imagen externa, por lo que la importancia de la información no financiera, su análisis y tratamiento está incrementando su peso en la estrategia empresarial. 

Principales resultados del EINF de Sorigué en 2021 

Sorigué ha implementado criterios ambientales, sociales y de gobernanza en todas sus áreas de negocio y así ha quedado reflejado en su EINF 2021.  

En la búsqueda de soluciones y productos más eficientes, Sorigué trabaja en alianza con entidades públicas y privadas para desarrollar diferentes líneas de investigación e innovación. En 2021 se llevaron a cabo interesantes proyectos como la desodorización de botellas de plástico para su reaprovechamiento, la valorización de residuos provenientes de plantas potabilizadoras de agua o la generación de energías limpias mediante pavimentos fotovoltaicos. 

En cuanto a la reducción de la huella de carbono, el grupo ha renovado más de 500 vehículos con sistemas eléctricos o de gas para minimizar el uso de combustibles fósiles y ha instalado placas fotovoltaicas para el autoconsumo en siete edificios propios. Adicionalmente, hemos plantado más de 30 mil árboles en nuestras instalaciones de Lleida como parte de nuestro compromiso con la fijación del CO2. 

Próximos desafíos 

El pasado 21 de junio, el Consejo y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo provisional sobre las nuevas normas de la Directiva de informes de sostenibilidad corporativa, lo que supone un punto de inflexión e inicia una “nueva era” del reporting corporativo, ya que obligará a las empresas a priorizar el largo plazo y la sostenibilidad como eje de sus actividades. Esta será una forma eficaz de plantar cara al llamado Greenwashing o imagen ilusoria o engañosa de responsabilidad ecológica. 

El EFRAG (Grupo Consultivo Europeo en materia de Información Financiera) se encarga de fijar las normas europeas mediante el asesoramiento técnico de diversas agencias europeas. En España, y dirigidos por la Asociación de Directivos de Sostenibilidad (DIRSE), Sorigué está participando activamente y ha formado parte de los grupos de trabajo que asesoran a la Comisión Europea sobre los indicadores y criterios para los nuevos Informes, lo que nos va a permitir conocer de primera mano y con mucha más antelación que otras empresas hacia dónde irá la regulación en sostenibilidad en los próximos años.  

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