Marc Llopis, jefe de Producción Espacios Urbanos, y Jorge Mercader, Lean coach.
La metodología Lean nos ha permitido entregar mucho antes de lo previsto uno de los proyectos más desafiantes para nuestro grupo de los últimos años.
En octubre de 2022 iniciamos a través de Constraula, empresa del grupo Sorigué, la construcción industrializada del edificio de madera sostenible de 42 viviendas sociales en la calle Pallars, en el distrito de Sant Martí, para el Ayuntamiento de Barcelona.
La fecha prevista de finalización era febrero de 2024. Sin embargo, terminamos su ejecución tan solo un año después de su inicio.
El proyecto se presentaba como un gran reto por dos motivos. En primer lugar, se trataba de una promoción hecha de manera industrializada con madera, concretamente, con 1.103 piezas de este material proveniente de explotaciones forestales sostenibles.
Por el otro, era el primer proyecto de edificación que llevábamos a cabo desde Constraula usando la metodología Lean.
Para resolver el desafío con éxito, pusimos nuestros esfuerzos en investigar y seleccionar cuidadosamente a los proveedores.
Además, nos formamos en esta metodología y participamos en diferentes sesiones basadas en la práctica y la simulación de Lean.
Aplicación de la metodología Lean
Entre las técnicas Lean, seguimos en gran medida el concepto “Last Planner”, la principal herramienta de planificación en un proyecto de construcción que tiene como objetivo fomentar la colaboración y facilitar la eliminación de desperdicios.
Pronto, descubrimos que Lean nos permitía identificar con antelación los problemas y las codependencias que, si se ignoran, pueden provocar retrasos sustanciales en la entrega del proyecto.
Por otro lado, la metodología Lean nos aportó una mejor colaboración entre los diferentes equipos.
En este sentido, nuestra guía fue el Plan Maestro. Para diseñar el proceso a seguir y determinar la secuencia correcta de actividades, primero trabajamos con el equipo central del proyecto, que incluía al gerente de sitio, el supervisor y el gerente de producción.
Realizamos estimaciones basadas en nuestra experiencia y conocimiento de lo que supondría cada uno de estos procesos. Luego, pusimos el plan en un gran panel y lo discutimos con nuestros socios industriales. Fue clave determinar los pasos y secuencia del proceso desde el principio para evitar retrasos.
Coordinación del equipo
Junto al panel del Plan Maestro, situamos los cuatro Paneles de Anticipación, con el objetivo de especificar las tareas clave, la actividad, la empresa y la fecha en la que debían completarse.
Estos paneles nos dieron una representación muy clara y visual de la secuencia del trabajo diario, indicando a todas las partes de los diferentes equipos lo que debían hacer y cuándo, para que el siguiente subcontratista pudiera entrar y realizar su parte sin obstáculos.
Cuando nos enfrentábamos a imprevistos, como factores climáticos que podían generar retrasos en nuestro cronograma, procurábamos abordar la situación con creatividad, buscando soluciones rápidas. Una de las estrategias que seguimos consistió en redirigir los recursos hacia una tarea alternativa que pudiera llevarse a cabo sin interrumpir la secuencia general de trabajo.
Una de las razones de nuestra entrega anticipada fue el uso de estructuras de madera, ya que son más rápidas de ensamblar y permiten realizar diferentes tareas a la vez.
Pero, sin duda, la metodología Lean fue la otra razón. Nos mostró cómo dividir el trabajo en partes más fáciles de ver y gestionar y, en última instancia, nos permitió trabajar con los proveedores y subcontratistas como un solo equipo.
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