Cultura de la seguridad, clave en el mantenimiento eléctrico en centrales nucleares

Por Oscar Torrente, responsable de Producción Nuclear en el Departamento Tarragona Industrial

Por sus características particulares, la energía nuclear implica una continua implementación de estrategias de seguridad en la aplicación de los procedimientos de trabajo para realizar el mantenimiento de las instalaciones. En Sorigué llevamos más de 5 años siendo responsables de los mantenimientos de los sistemas, componentes y elementos eléctricos de las centrales nucleares de Ascó I y II y Vandellós II, en Tarragona.

Un equipo de más de 120 profesionales es el encargado de realizar dichos mantenimientos. Nuestros trabajos incluyen el mantenimiento preventivo y correctivo de los sistemas eléctricos del bloque productivo, de los sistemas de HVAC (refrigeración y climatización) y de la implantación de mejoras eléctricas en la planta.

Para garantizar el éxito de las operaciones, fomentamos el compromiso personal de nuestros profesionales con la instalación, estableciendo planes anuales de cultura de seguridad y promoviendo el uso de técnicas de reducción de errores humanos.

@ Asociación Nuclear Ascó Vandellós II (ANAV)

En este sentido, nuestra Cultura de la Seguridad Nuclear se basa en el conocimiento del riesgo que conlleva la operación del núcleo del reactor y las barreras que impiden la emisión de la radioactividad. Así, tanto a nivel individual como colectivo, colaboramos en la aplicación de las medidas adecuadas para su gestión.

Estamos auditados y cualificados según la norma UNE 73401 y nuestra empresa forma parte del Listado de Suministradores Autorizados (LSA) por el Grupo de Garantía de Calidad de Propietarios de Centrales Nucleares (C.N. Almaraz, C.N. Cofrentes, C.N. José Cabrera, C.N. Sta. Mª Garoña, C.N. Trillo, C.N. Vandellós II y C.N. Ascó I/II).

27a Recarga de combustible de la Central Ascó II

El pasado 31 de mayo finalizamos una de las últimas actuaciones relevantes en el marco de este contrato: la 27 recarga de combustible de la central nuclear Ascó II, iniciada a finales del mes de abril.

La recarga de combustible tiene como finalidad sustituir el combustible agotado, durante este proceso también se aprovecha para realizar el mantenimiento de los equipos que, por condiciones de operación o por tasa de radiación, no se pueden revisar cuando se encuentra en explotación. Los trabajos se completaron con la implantación de mejoras y/o modificaciones en la instalación.

@ Asociación Nuclear Ascó Vandellós II (ANAV)

En una actuación tan importante como es la ejecución de una recarga de combustible, donde se realizan 13.000 órdenes de trabajo en 32 días, se lleva a cabo una planificación previa muy detallada y se coordina con las otras unidades organizativas. De esta manera, se garantiza la ejecución de las tareas con los más altos estándares de seguridad y calidad.

Para realizar los trabajos contratados (2000 Órdenes de Trabajo), hemos contado con un equipo de más de 120 profesionales de oficio. La mayor parte de nuestros colaboradores prestan el servicio de mantenimiento durante los 18 meses de operación normal y el resto son contratados específicamente para este periodo.

Importancia del sector nuclear en España

El parque nuclear español está formado por siete reactores en operación en cinco emplazamientos (Almaraz, Ascó, Cofrentes, Trillo y Vandellós II), con una potencia bruta instalada conjunta de 7.398,7 MWe (7.117 MWe netos), es decir, cerca del 6,31% del total de la potencia eléctrica instalada en el país.

Con una generación anual de entre 55.000 y 60.000 GWh -más del 20% de la electricidad consumida en el país- este tipo de energía se ha convertido desde hace más de una década en la primera fuente de producción en nuestro sistema eléctrico.

Las centrales nucleares garantizan el suministro eléctrico las 24 horas todos los días del año. Son una fuente estable que opera de forma constante los 18 meses que dura el combustible y que no depende de factores meteorológicos externos.

 

Se trata de infraestructuras que contribuyen a la gestión y a la estabilidad del sistema eléctrico, por lo que sus indicadores de funcionamiento globales se encuentran históricamente por encima de los de la media mundial -con valores cercanos al 90%-, lo que indica su grado de fiabilidad, eficiencia y disponibilidad.

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